En el pasillo de innumerables puertas, me encuentro atrapada y me pesa el cuerpo, al final del pasillo veo una puerta, pero no una puerta cualquiera, era una puerta azul brillante, empiezo a andar y a andar cada vez más rápido pero por mucho que corra no logro llegar al final, la puerta estaba entre abierta y salía un brillo muy fuerte de color blanco, sigo andando voy pasando puerta por puerta, poco a poco voy llegando al final, la clave era andar lento para llegar más rápido, al fin, llegué a aquella misteriosa puerta, la abrí, sale mucha luz apenas puedo ver por unos segundos, salen númerosas mariposas de colores muy vivos, cuando logro ver a través de esa luz tan brillante descubro un lindo paisaje natural muy vivo, con mucho verde, flores, lagos, y una linda catarata, al ver al otro lado veo unos animales, pero no animales cualquiera sino que destacaban por sus colores tan vivos, se escuchaba a los pájaros cantar y habia un ambiente muy relajante, al fijarme al otro lado de la colina había una mancha con luz negra flotando, daba malas vibras, dude mucho en en acercarme ya que me mataba la curiosidad, finalmente decidí acercarme y al llegar empecé a sentirme mal, quise salir de ahí algo me atarpaba y me acercaba cada vez más al fondo de la mancha negra, de repente todo se esfuma, aquel magnífico paisaje verde ya no estaba solo estaba yo en un sitio con fondo negro, no había nada ni nadie, en ese momento entré en mi pánico y me arrepentí de aquella mala decisión, empecé a gritar descontroladamente pensando en que alguien me encontraria, de repente escucho voces que se me hace muy familiar, unas voces que venían de la nada, de repente me despierto y veo a mi madre, era ella, me despertó de aquella pesadilla, me salvó.
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